PEGALAJAR
ESPACIO PÚBLICO “ LA CHARCA Y SU ENTORNO” PEGALAJAR, JAEN.
La historia y la cultura de Pegalajar está relacionada con la actividad socioeconómica principal generada en torno al agua y a su manejo. Esta Cultura del Agua se ha constituido en un marcador identitario de primera magnitud desde la cual se construyen elementos diferenciadores de la vida local. Se trata de un modelo adquirido de comportamientos y valores directamente relacionado con las vivencias colectivas del pueblo vinculadas con los diferentes usos del agua.
El ámbito de actuación del proyecto es una concatenación de diversos espacios públicos aglutinados en torno a la “Charca”, la cual un embalse natural para riego de la huerta de Pegalajar, que forma parte del sistema acuífero-manantial-charca-acequias-huerta, con la singularidad de que de encontrarse en una posición de periferia del pueblo, ha pasado a ser “engullido por el mismo”, formando en la actualidad un nuevo “centro” del pueblo, La charca supone la centralidad de los usos lúdicos del pueblo y aglutina en su borde nuevos usos y espacios públicos.
Partiendo de la delimitación de espacio público objeto de la actuación, debemos entender la charca como parte de un sistema (acuífero, manantial, charca, acequias, huertas), determinado por el entorno natural que establece la implantación del pueblo y su propia estructura urbana como un eje a media ladera con 3 núcleos de centralidad, es por ello que hablamos de centralidad periférica. La charca supone la centralidad de los usos lúdicos del pueblo y aglutina en su borde nuevos usos y espacios públicos.
Dentro del sistema acuífero-manantial-charca…, el agua como recurso estratégico, como símbolo de cultura… determina la implantación de la charca y se convierte en el elemento en torno al cual debe organizarse el espacio público, el mapa de usos propuestos, los recorridos y la propia materialidad de la propuesta… Entendemos la recuperación de este espacio público como motor de desarrollo y generador de riqueza, de ahí el interés por ofrecer un soporte a futuras iniciativas de turismo rural, hostelería, actividades económicas vinculadas al ocio y al espacio libre, para aprovechar el carácter singular de oferta cultural y lúdica que la propuesta puede ofrecer.
La charca se convierte por tanto en impulsor de una economía primaria (agricultura, huertas…), pero en segunda instancia y recuperando los usos tradicionales, complementa una la oferta cultural y lúdica, potenciando una economía local del sector servicios. Técnicamente, la propuesta se enmarca dentro de unos parámetros de sencillez tipológica y constructiva, empleando en su mayoría materiales tradicionales (solados, adoquinados, pavimentos blandos, plantaciones de vegetación autóctona…), y adaptándose a los condicionantes propios y específicos del lugar.
No se modifican los usos del suelo, el espacio público se reordena introduciendo nuevos usos compatibles con el espacio público, se mantiene el viario existente cualificando algunos tramos dando prioridad al peatón. Se mantiene el carácter polivalente de determinados espacios (Plaza Autor Francisco Almagro), como zona de estacionamiento, pero también como gran espacio vacío donde organizar mercados, ferias, eventos deportivos…
Fecha:
2010