BLANC DU NIL

La premisa fundamental para este proyecto ha sido, desde el inicio, la necesidad de encontrar un espacio de identidad para la marca mediante un concepto abstracto o símbolo, que además de producir una diferenciación en relación al resto de comercios existentes en la zona, permita la “exportabilidad”, es decir, la posibilidad de, utilizando los mismos medios, adaptarse a un contexto diferente, en otro local, en otra ciudad, sin perder la potencia de la idea original.

Además, teniendo en cuenta que la filosofía del producto está enfocada a potenciar la idea de “ropa para vacaciones”, lo que consigue mediante la textura de los tejidos naturales procedentes de Egipto que la marca utiliza, y el color blanco para absolutamente todas las prendas que produce y comercializa, la propuesta se centra en el entendimiento de la tienda como un gran espacio táctil, a través de la alusión al concepto de telar, llevando a la macroescala la estructura del tejido, y utilizándolo como soporte para exponer el producto.

Para ello, se busca intencionadamente un material sencillo, la cuerda de cáñamo natural, capaz de transmitir las sensaciones antes mencionadas y producir el efecto de naturalidad, cercanía y honestidad de los objetos “coloquiales”. Se utiliza, eso sí, de forma masiva, mediante un plano continuo, que comienza en la planta baja y continúa por la pared de las escaleras hasta la planta superior, y está formado por un bastidor de pletinas de acero, sobre el que la cuerda se enreda, dando lugar a paños más o menos opacos según las necesidades de la exposición y que produce un sugerente juego de veladuras cuando es percibido desde el exterior.

Tras el plano de cuerda, el tratamiento de las paredes enfatiza la idea de espacio austero, “poco elaborado”, con el fin de hacer destacar el plano de cuerda. En planta baja se revisten con enfoscado de mortero de cemento visto, y en la planta superior con enlucido de yeso pintado blanco. Esta diferencia tiene la finalidad de acentuar el contraste entre los dos niveles, el de la calle, más representativo y urbano, y el alto, más doméstico y sosegado.

A su vez, el pavimento, de mortero autonivelante cementoso contribuye a la condición de sobriedad con la que se trabaja todo el espacio. En definitiva, con todas estas acciones, la búsqueda proyectual, lejos de aludir a una idea de espacio comercial directo, agresivo y vacío de contenido, a excepción de la incitación al consumo, está encaminada a la obtención de una atmósfera cargada de simbolismo, alusiones e ironía, que apela a los sentidos mediante la sutileza de un mensaje silencioso.

Fecha:
Categoría:
EMPLAZAMIENTO:
CALLE ZACATÍN, GRANADA
EQUIPO/ COLABORADORES:
Gustavo Rojas Pérez, Esperanza Campaña Barquero, arquitectos, DEOGA SL EMPRESA CONSTRUCTORA
FOTOGRAFIA:
FERNANDO ALDA
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