Recibimos el encargo de realizar una vivienda unifamiliar singular en un entorno de nueva urbanización con fuertes pendientes pero que disfrutan de unas vistas privilegiadas sobre la ciudad de Granada. El terreno sobre el que se debe ubicar su vivienda es una ladera de pendiente pronunciada con unas impresionantes vistas sobre el entorno metropolitano y la ciudad de Granada.

En las primeras reuniones se decidió dar prioridad a un programa cualitativo frente a un programa cuantitativo, de este modo se prioriza la luz, el espacio, las vistas, etc.. sobre la ordenación de usos y la distribución prosaica del programa. Los diferentes volúmenes de la casa Aire se van escalonando, adaptándose a la topografía, generando distintos bancales y niveles que son aprovechados para crear terrazas de modo que cada nivel espacial se comunica directamente al exterior en un continuo dentro-fuera que desdibuja los propios límites de lo construido en beneficio del espacio exterior, del disfrute de las impresionantes vistas. Aire que circula y recorre la vivienda refrescando las estancias y generando ventilaciones cruzadas, aire fresco que procede de las láminas de agua en las terrazas y que atenúa las fuertes temperaturas de Granada.

Estructura que se muestra en su estado natural, con la fuerza expresiva del hormigón, sin enmascarar su naturaleza. La escalera como pozo de luz, la iluminación cenital permite que la luz natural inunde el interior de la vivienda, poniendo en relación los diferentes niveles de la vivienda. De noche, la casa se transforma en una gran lámpara, la cuidada iluminación indirecta a través de foseados y la regulación mediante domótica proporciona un gran confort tanto espacial como visual, trabajando en dos escalas diferentes, la urbana, mostrándose la casa en una aproximación a gran distancia y la humana, mas cercana.